Además de que me abrace
Le pedí que me quisiera
Pero no era una cualquiera
Era una puta con clase
Por cabeza no pedía
Más ni menos de lo que valía
Por cabeza nunca daba
Más ni menos de lo que cobraba
Pude lograr lo que nunca
Otro hombre pudo lograr
Demostrarle de verdad
Que había tanta pasión junta
Dentro de mi corazón
Ahí en su cama desparramado
En media hora de infierno
Toque el cielo con las manos
Se notaba en el colchón
Más sudor que en cualquier otro
Y con caricias intentaba
Sanar su corazón roto
Porque hace falta mucho más que dinero
O propina de segunda
Para tapar en el alma ese agujero
Que de amargura se inunda
Y ahora nuestra preciosa dama
Ya no labura de cama
Quiere ganar de otra forma la guita
La que antes era Afrodita
Y yo sigo llamándola
Pero ya no se viene a dormir
Si no hay mal que por bien no venga
¿Qué bien te trajo hasta mí?
Y yo sigo llamándola
Pero ya no se viene a dormir
Si no hay mal que por bien no venga
¿Qué bien te trajo hasta mí?