No sé cuantas cosas se pueden encontrar
En el ojo izquierdo de una persona, pero sé
Que en tus labios yo pude encontrar
Amor sin fin, y me hizo enloquecer.
No sé cuantas rosas te habrán regalado ya,
Pero tengo todavía la esperanza de saber
Que de todas esas rosas que te dieron
Ninguna fue de papel.
Y te condena mi celoso corazón
Cuando le contás tu historia,
Nunca conocio la gloria
En cuestiones del amor.
Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz
Aunque pierda la memoria,
Con acercarse a la victoria
Se conforma un perdedor.
Y te tendré que dejar escapar,
Sé que lo voy a lamentar,
Pero te digo, amor,
Que hay que saber cuando parar.
No te pongas triste, corazón,
Que el sol no va a brillar,
Quedate tranquila que va a haber
Tiempo para bailar, para bailar
No sé cuantos ángeles te quieren ayudar
Pero tengo la esperanza que ninguno va a poder
Desnudarte, no de cuerpo sino de alma,
Disfrutar ese placer.
Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo,
Nunca fui mucho de apostar,
Una corazonada me dice
Que es hora de pagar.
Y lo peor es que estos días ando seco,
No tengo un peso para dar,
Las lágrimas quiero guardarlas
Para mi juicio final.
Y cuando tu cigarro se consuma sin parar
Siempre mi voz vas a escuchar,
Y ahí te vas a decir
Que hay que saber cuando parar, cuando parar.
Te digo amor
No te pongas triste, corazón,
Que el sol no va a brillar,
Quedate tranquila que va a haber
Tiempo para bailar.
No te pongas triste, corazón,
Que el sol no va a brillar,
Quedate tranquila que va a haber
Tiempo para bailar, para bailar